Una
flor nace en el pecho
sus pétalos
viajan en la voz.
En invierno es
profunda y detenida.
Manto de pieles que
refugian los silencios.
En primavera como un río,
recorre el
despertar de sus colores,
y fragancias nuevas
despiden las que se van.
En
verano, joven y alegre,
se desnuda en la sonrisa
del sol.
En otoño…
su estación por excelencia,
viva y sabia
recibe la muerte.
Momento verdadero
de la lágrima,
pureza de la sonrisa del alma,
mirada serena que
a nada se aferra.
Suelta
Viaja
Se entrega
Es.
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